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27/11/2020

Ecología y Teoría de Sistemas Sociales

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Ecología y sistemas sociales. Antecedentes y contexto

Las problemáticas ecológicas se han convertido en un reto central para los sistemas sociales y políticos actuales. Los altos niveles de contaminación, la desaparición de ecosistemas o el cambio climático generan consecuencias económicas, sociales y políticas que resulta difícil ignorar.

En esta entrada queremos exponer la forma en que la Teoría de Sistemas Sociales de Niklas Luhmann se aproxima a la temática ecológica  y se posiciona en el debate que surge en torno a ella. Reflexión que se remonta a 1985, cuando Luhmann fue invitado por la Academia de Ciencia del Norte de Westfalia (Alemania Federal) a presentar una ponencia, centrada en  la problemática ecológica.

Luhmann realizó una intervencion cuyo título, «¿Puede la sociedad moderna evitar los peligros ecológicos?» ,era a la vez inquietante y provocador.

Conviene recordar que esta reflexión se desarrolla en un contexto marcado por el auge del Partido Verde (Die Grünen). Formación fundada cinco años antes  (1980) y que había introducido el debate de las problemáticas ecológicas en la discusión política; generando una disrupción en este campo, hasta el momento marcado por las discusiones propias de la Guerra Fría.

Consideraciones metodológicas

Fiel a sus principios metodológicos, Luhmann comienza exponiendo la necesidad de excluir del análisis los aspectos morales o normativos, que tradicionalmente se han asociado a las problemáticas ecológicas. Los cuales no aportan nada al análisis del fenómeno, aumentando la crispación en torno a él,  y cuya significativa presencia  indica que  existe un déficit teórico en el tratamiento de estas problemáticas.

En concreto, Luhmann considera que una  reflexión construida desde la sociología  debe aportar dos elementos: primero, determinar los limites que tienen las sociedades modernas  para solucionar las problemáticas ecológicas y, segundo, indicar las posibilidades de actuación que se establecen a partir de ellos.

Continuando con el análisis, Luhmann constata que las problemáticas ecológicas  han tomado por sorpresa a la sociología clásica; disciplina que no contaba con los elementos conceptuales y metodológico para abordar  el nuevo tipo de problemas que plantea la ecología: transversales, que se desarrollan en una escala global y con un horizonte de desarrollo  temporal muy amplio.

Ahora bien, ¿puede la Teoría de Sistemas Sociales aportar mejores resultados en el abordaje de las problemáticas ecológicas?

Ecología y sistemas sociales

Como hemos visto en anteriores entradas, para Luhmann las sociedades del siglo XX se caracterizan por tener un alto grado de diferenciación funcional. Es decir, están compuestas  por una serie de subsistemas que se especializan en cumplir funciones  específicas.

Otro aspecto que define a la sociedad es su carácter comunicativo. Es decir, su operación central es la comunicación. A medida que la sociedad evoluciona , la comunicación también se va diferenciando y cada uno de los subsistemas sociales desarrolla su propia y exclusiva forma de comunicación.

Dependiente de aspectos como el código usado para realizar la comunicación, el objeto sobre el que se desarrolla la misma o los procesos asociados a ella cada subsistema social  desarrolla su propia forma de comunicación. Dentro de estos subsistemas, a los que Luhmann denomina Sistemas Sociales,  podemos encontrar el científico, el económico,  el educativo, el jurídico o el político, entre otros.

Para que la sociedad o alguno de sus subsistemas sea capaz de abordar las problemáticas ecológicas es necesario que sean capaces de procesar las comunicaciones que se producen desde el ámbito ecológico; o, en términos más cercanos a los de Luhmann,  la naturaleza debe ser capaz de definirse como un subsistema social.

En consecuencia, la naturaleza debe ser capaz de comunicarse con base a un código que encuentre acomodo con cualquiera de los que utilizan los sistemas sociales mencionados anteriormente.

Al analizar este aspecto Luhmann llega a una contundente conclusión:

La comunicación ecológica encuentra dificultades de acomodo en la dinámica de los sistemas sociales

Es decir, la forma en que se comunican los problemas ecológicos no puede ser adecuadamente procesada por ningún sistema social, ni si quiera por el subsistema de la ciencia. Un hecho que merece que nos detengamos en su análisis.

Especial relación ciencia-ecología en la teoría de Luhmann

La ciencia, en la formulación luhmanniana, es un sistema social que se encarga de procesar la realidad mediante el código verdadero/falso, respuesta a la que llega mediante un proceso de verificación que se sustenta en análisis previos, experiencias e hipótesis que pueden ser contrastadas.

Mientras un postulado científico tradicional  tiene un grado de verdad o falsedad establecido en el presente, con base a una elaboración teórica realizada a partir de fenómenos ocurridos en el pasado, y se proyecta hacia el futuro acotando el universo de posibilidades de sentido de un sistema.

Las problemáticas ecológicas, en su opinión,  hacen referencia a amenazas futuras que aún no se encuentran del todo definidas y cuya incidencia puede no ser homogénea. No se basan en experiencias procesadas del pasado, sino en una serie de modelos predictivos; que nos indican la probabilidad de que algo ocurra, pero no nos garantizan que suceda.

Una situación que resulta mas evidente cuando se estudian las opciones de coordinación comunicativa con otros sistemas sociales.  En síntesis, la comunicación ecológica no  encuentran acomodo en la dinámica de comunicación de los sistemas funcionalmente diferenciados.

Esto no quiere decir que no exista, simplemente que al no poder ser procesada por los sistemas sociales convirtiendose en complejidad que no puede llegar a reducirse y, por tanto, pasa a formar parte del Entorno de la Sociedad.

Movimientos sociales y angustia ecológica

Debido a esto los problemas ecológicos deben buscar  vías alternativas  para incorporarse al ámbito de las preocupaciones sociales. La opción que encuentran es envolver la comunicación ecológica  con un mensaje de miedo, el cual sí encaja en la comunicación de los sistemas funcionales.

El miedo y la angustia sirven para señalar que un problema no encuentra una solución desde la comunicación funcional.  Debido a esto el mensaje ecologista o naturalista suele estar asociado con un enfoque catastrofista, el único que le ha permitido alcanzar visibilidad en la sociedad.

De ahí también, que las reivindicaciones ecológicas hayan sido planteadas desde el ámbito de los movimientos sociales y de los grupos de protesta; los cuales se sustentan en  una serie de decepciones o expectativas frustradas que surgen dentro de los sistemas.

La creación de  los partidos verdes representa la entrada de la problemática ecológica en el sistema político,  constituye otro paso para su visibilización en el ámbito social.

Pero Luhmann previene contra la idea optimista que considera este hecho un paso hacia la solución de las problemáticas ecológicas, a partir del ámbito social o político. Idea que está condenada a generar nuevas expectativas fallidas pues, en últimas,  los sistemas sociales siguen careciendo de elementos para solucionar las problemáticas ecológicas.

Problemática ecológica en el siglo XXI

Pese a que, en las últimas décadas,  el número de partidos verdes a ido en aumento y la influencia de las problemáticas ecologías se ha consolidado en diferentes ámbitos  sociales, no se han logrado las soluciones esperadas. Su forma de comunicación sigue estando revestida de un mensaje de miedo y angustia; su función sigue siendo eminentemente de advertencia y alarma.

Los movimientos de protesta siguen  siendo el canal más habitual para trasladar las preocupaciones ecológicas al ámbito social. Por su parte, los partidos verdes han tenido que modular su discurso perdiendo gran parte de la radicalidad original, la cual solo puede preservarse fuera del sistema político.

Las iniciativas globales que se han llegado a implementar, como el Protocolo de Montreal, el  Protocolo Kyoto o el Acuerdo de Paris no han alcanzado los resultados planteado

Podemos concluir que la evolución posterior de los acontecimientos ha dado la razón a Luhmann, en lo que respecta a los limites de la sociedad para abordar la problemática ecológica.

Pero aún queda pendiente la otra parte de su indagación: ¿qué se puede hacer para solucionar estos problemas dentro de los límites establecidos?

Pregunta a la que están tratando de dar respuesta varios investigadores sociales, inspirados en el pensamiento de Luhmann. Quienes además intentan dar un paso más y aportar propuestas prácticas, que permitan avanzar en la solución de ciertos aspectos de estas problemáticas, siempre dentro de su marco de posibilidades.  Un ejemplo de esto lo encontramos en el trabajo de la profesora Anahí Urquiza acerca del concepto resiliencia ecológica.

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