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30/09/2016

Liderazgo, Política y Sociedad

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En nuestra última entrega de Informe Sicomoro, repasamos el surgimiento y consolidación del liderazgo en las sociedades primitivas. Pusimos de manifiesto que éste fue un proceso continuo, en el que un grupo de personas se especializaron en las labores de dirigir y guiar las actuaciones colectivas...

Gracias al papel de estás personas ( guías, líderes, jefes...), las diferentes comunidades se fueron organizando y consolidando en torno a una serie de dictados (convenciones, normas y reglas de convivencia), que eran respetadas por todos sus miembros. Paralelamente, se establecieron castigos para aquellas personas que actuaran de manera contraria a los mismos ...

Todos estos elementos conformaron el orden social, y fueron los que permitieron el establecimiento de una convivencia colectiva armónica y sin conflictos.

From Pixabay
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Los líderes eran vistos como personas que cumplían un papel dentro del conjunto de la colectividad. Este papel  consistía en garantizar la preservación del orden social. Los líderes se encargaban de establecer las normas de convivencia y, a la vez, garantizar que se cumplieran.

En los orígenes del orden social, las comunidades eran agrupaciones pequeñas en las que todos sus miembros se conocían y, además, existía una cercanía física y comunicativa con los líderes... Pero, al final de aquella  reflexión pusimos de manifiesto una dinámica que afectaba negativamente a la figura del liderazgo...

Evolución patológica del liderazgo…

Históricamente, las agrupaciones de personas vivieron un proceso de desarrollo, caracterizado por un aumento en el número de miembros de la comunidad y el establecimiento de instituciones de organización de la convivencia más complejas.

Los líderes pasaron a ejercer su función a través de sistemas de gobierno y organización más complicados. Las instituciones políticas adquirieron nuevas denominaciones y estructuras (Aristocracia, Democracia, Dictadura, Monarquía, etc.)

From: pixabay.com
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En la vida social, la identidad del grupo experimentó una separación radical. La identidad colectiva que compartían todas las personas, como miembros de una comunidad, fue remplazada por la pertenencia a un subgrupo específico dentro de ella (las castas, las clases sociales, los roles sociales, etc.).

La evolución histórica de las sociedades occidentales responde a esta dinámica marcada por una tendencia hacia la diferenciación y la especialización.

Debido a este hecho, la figura del líder ha evolucionado hasta convertirse en un agente que ejerce una función específica dentro de la colectividad. La función de tomar una serie de decisiones que indiquen lo que debe hacer la colectividad.

Este hecho no resulta en sí mismo negativo, pero si se torna problemático cuando se combina con la separación y la especialización por clases

El problema surge cuando el líder no es apreciado, ni se percibe a sí mismo, como miembro de la comunidad en su conjunto. Sino que se identifica como miembro de un sub-grupo específico dentro del comunidad (clase dirigente, élite, grupo dominante…)

Deja de ser aquella persona cercana, con la que se puede interactuar y que nos puede ayudar en la solución de nuestros problemas.  Nuestra comunicación con él se realiza a través de una serie de instituciones y de procedimientos que no dan cabida a la relación personal.

El agente, entendido como un sujeto cuyo principal elemento de identidad es el desarrollo de una función, absorbe por completo a la persona y hace que el ejercicio del liderazgo se convierta en algo completamente mecánico…

From: pixabay.com
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Si los líderes pierden esa visión de conjunto, que les daba su conciencia de pertenencia a la comunidad, sus decisiones dejarán de estar orientadas necesariamente hacia el bien común…

Pueden responder a los intereses de un sub-grupo concreto o a la fría lógica del procedimiento.

¿Cómo restablecer la comunicación entre el líder y la comunidad?, ¿Cómo recuperar el sentimiento de pertenencia del líder hacia la comunidad en general?, ¿de qué manera construir un liderazgo al servicio de todos los miembros del colectivo?...

Estas preguntas señalan un importante reto que la realidad social  nos plantea a todos los miembros de la comunidad.

Recuperar la idea del lider como persona

Un primer paso en este proceso, consiste en dejar de percibir exclusivamente al líder como si fuera un agente. Rescatar su dimensión y su naturaleza como persona…

Pero, ¿cómo lograr esto?...

Desde nuestro punto de vista, la respuesta pasa por limitar el ejercicio del liderazgo, puesto que

Esta prolongada retención de cargos supone un peligro para lo democracia; por esta razón, las organizaciones que anhelan conservar su esencia democrática establecen como norma que todas las funciones deben ser adjudicadas por lapsos breves. Robert Michels. Partidos Políticos.

Herramientas democráticas para promover un cambio

Esta limitación de su Poder,  recuerda a la persona que ejerce el liderazgo que su verdadera naturaleza es su dimensión personal, será la única condición que conserve una vez que haya abandonado el ejercicio de sus funciones como líder.

En nuestros actuales sistemas democráticos, este principio se concreta en dos medidas que pueden ser implementadas en nuestros ordenamientos.

La primera de ellas es la posibilidad de cambiar las personas que ejercen dichas funciones gracias a la convocatoria periódica de elecciones

Una repetición frecuente de elecciones es una precaución elemental, por parte de la democracia, contra el virus de la oligarquía. Robert Michels. Partidos Políticos.

La segunda, es el establecimiento de un límite máximo de tiempo para ejercer la función de liderazgo (limitación de mandatos). De esta manera, siempre se tiene la conciencia de que esta actividad es limitada en el tiempo… en algún momento dejaremos de desempeñarlas.

Somos conscientes que ambas medidas sólo constituyen un primer paso, que permite recuperar al líder como persona… a partir del cual se puede construir un liderazgo más conciliador, humano e integral.

¿Cómo se construye este nuevo modelo de liderazgo?, ¿cómo afecta a la convivencia colectiva?, ¿qué futuro social y político permite ilustrar?, ¿hasta qué grado es posible este nuevo proyecto?... son preguntas que quedan pendientes y debemos abordar entre todos...

 

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